Llego a casa y me encuentro con la noticia del fallecimiento de Eduardo Galeano. Me he entristecido.
Muchas veces he recurrido a este escritor uruguayo para buscar cuentos o relatos que sirvieran de inspiración a mis dibujos. Tienen algo de especial y bonito.
La última vez que utilicé uno de sus cuentos cortos, fue con motivo de un maratón de dibujos que organizó Intermón Oxfam el pasado mes de marzo. Me invitaron, junto a otros ilustradores, a realizar un dibujo relacionado con la libertad de expresión para después subastarlo.
Yo elegí un cuento de Eduardo Galeano que creo que iba muy acorde con el tema, fue «Pájaros Prohibidos». Esta vez no apliqué técnica digital ya que había que hacerlo «in situ», hice un collage con cartulinas.
Os dejo el cuento y la ilustración que dibujé. Estoy segura que los cuentos de Galeano me seguirán inspirando.
PÁJAROS PROHIBIDOS de Eduardo Galeano
Los presos politicos uruguayos no pueden hablar sin permiso, silbar, sonreir, cantar, caminar rápido ni saludar a otro preso. Tampoco pueden dibujar ni recibir dibujos de mujeres embarazadas, parejas, mariposas, estrellas ni pájaros.
Didaskó Pérez, maestro de escuela, torturado y preso por tener ideas ideológicas, recibe un domingo la visita de su hija Milay, de cinco años. La hija le trae un dibujo de pájaros. Los censores se lo rompen en la entrada a la cárcel.
El domingo siguiente, Milay le trae un dibujo de árboles. Los árboles no están prohibidos, y el dibujo pasa. Didaskó le elogia la obra y le pregunta por los circulitos de colores que aparecen en la copa de los árboles, muchos pequeños círculos entre las ramas:
– ¿Son naranjas? ¿qué frutas son?
La niña lo hace callar:
– Sssssshhhhh
Y en secreto le explica:
– Bobo, ¿no ves que son ojos? Los ojos de los pájaros que te traje a escondidas.